El Arte y la Ciencia de Vivir
“La ciencia no es más que un refinamiento del pensamiento cotidiano.” Albert Einstein
Vivir nuestras vidas es a la vez un arte y una ciencia: para vivirla de forma adecuada y eficaz es imprescindible haber nacido con una clara propensión para ella, tener el ARTE que es nato, congénito, que no lo da ninguna escuela… Pero se debe estudiar constantemente también, reflexionar, sacar conclusiones propias sobre la CIENCIA y el ARTE de vivir nuestras vidas deliberadamente, con alegría, felicidad, propósito y sentido.
Cuanto más alto es el nivel de aspiración en nuestra vida, mayor es la obligación de estudiarla como ciencia, para mejor ejercerla como arte. La historia, tanto de los grandes artistas, antiguos, como modernos, como de los grandes científicos nos lo muestran como creadores “natos” singulares, pero todos –sin excepción– hicieron el constante esfuerzo de practicar, profundizar y pensar la técnica propia de cada disciplina; plástica, arquitectónica, etcétera que abrazaron y especialmente en su enfoque o perspectiva hacia la vida misma.
Tras una gran figura hay siempre un esforzado trabajador, un estudioso, una persona que PENSANDO y TRABAJANDO CONSTANTEMENTE aprendió a forjar y desarrollar su propio sistema de pensamiento, su particular estilo, al igual que su propio programa y métodos de investigación y formación, basados en ambos, el estudio y el talento, dejando un ancho surco para que transiten otros menos dotados y, sobre todo, menos forzados. Os invito a descubrir, conocer en profundidad y forjar vuestra propia “manera de vivir”.

Así pues es importante salir del sonambulismo en el que algunos están inmersos para no sentir y no pensar y ser valientes mirando nuestra vida de frente siendo conscientes de lo que realmente somos y lo que realmente querríamos ser. Despertar del sueño y subir al lomo de nuestras vidas con las riendas prestas a comenzar el proceso de ser dueños de ella.